Claves en la prevención de trastornos musculoesqueléticos de origen laboral
Los trastornos musculoesqueléticos (TME) representan una de las principales causas de incapacidad y bajas laborales a nivel mundial. En este artículo, presentaremos las principales estrategias para la prevención de trastornos musculoesqueléticos de origen laboral, evaluaremos su influencia en las empresas y abordaremos cómo manejar la reincorporación de trabajadores que han sufrido estos problemas. ¡Toma nota!
¿Qué es un trastorno musculoesquelético de origen laboral?
Los trastornos musculoesqueléticos son afecciones y/o lesiones que afectan al aparato locomotor, es decir a huesos, tendones, músculos, nervios, articulaciones o ligamentos y otras estructuras que dan soporte y estabilidad al cuerpo humano.
En ergonomía laboral, son causados o agravados fundamentalmente por los factores de riesgo ergonómicos presentes en el trabajo y el entorno en el que este se desarrolla.
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Tipos de trastornos musculoesqueléticos de origen laboral
Los trastornos musculoesqueléticos abarcan una amplia gama de más de 150 afecciones que impactan al sistema locomotor. En concreto, pueden afectar a:
- Articulaciones: artrosis, artritis reumatoide, artritis psoriásica o espondilitis anquilosante.
- Músculos:, mialgia, distensión o desgarros musculares.
- Columna vertebral: lumbalgia, hernias discales o espondilosis.
- Tendones: tendinitis o epicondilitis lateral.
- Cartílagos: osteoartritis, condromalacia rotuliana o lesiones de menisco.
- Nervios: síndrome del túnel carpiano, ciática, síndrome de compresión nerviosa o neuropatía por atrapamiento.
Estas afecciones, que pueden ser desde trastornos repentinos y de corta duración hasta enfermedades crónicas, surgen debido a una variedad de factores relacionados con el entorno laboral tales como actividades repetitivas, posturas forzadas, esfuerzos excesivos o vibraciones.
Según apunta la OMS, el dolor lumbar es el TME predominante en la actualidad, así como el principal motivo de salidas prematuras de la fuerza laboral. Se trata de un dolor en la región lumbar de la espalda muy común en trabajadores que levantan pesos, movilizan pacientes o mantienen posturas estáticas durante largos períodos. Además, se prevé que el número de personas afectadas aumente en el futuro, especialmente en países de ingresos bajos y medios.
Pasos clave para mejorar la prevención de trastornos musculoesqueléticos
Adoptar un enfoque holístico en la prevención de patologías musculoesqueléticas es crucial. A diferencia de los métodos tradicionales, que pueden centrarse únicamente en aspectos físicos o específicos de una tarea, los enfoques holísticos incluyen una evaluación y gestión de múltiples dimensiones que afectan la salud y el bienestar de los trabajadores. De este modo, se reconoce que los TME son el resultado de una interacción compleja de factores y, por lo tanto, requieren soluciones multifacéticas.
Los pasos clave de este enfoque incluyen:
- Determinar las expectativas e indicadores clave de éxito con los gerentes de la compañía y los representantes de los trabajadores.
- Concretar las áreas de trabajo objeto de evaluación para determinar los requisitos clave de rendimiento.
- Evaluar los factores de riesgo en todo el sistema de trabajo mediante herramientas específicas para ello y utilizando un enfoque participativo y multidimensional. Esto implica considerar:
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- Factores biomecánicos como posturas, movimientos repetitivos y esfuerzos físicos;
- Factores organizacionales como la carga de trabajo, los horarios y la rotación de tareas; y
- Factores psicosociales como el estrés, la satisfacción laboral y el apoyo social.
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- Identificar los riesgos físicos, cognitivos y organizacionales del trabajo que necesitan ser controlados en base a los resultados del análisis.
- Desarrollar un plan de acción enfocado en eliminar o mitigar estos riesgos previa consulta a los principales involucrados.
- Realizar evaluaciones periódicas de seguimiento para monitorizar la efectividad de las intervenciones.
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Estrategias para la prevención de trastornos musculoesqueléticos en empresas
El Plan Nacional de Prevención de TME, elaborado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), proporciona un marco de referencia tanto para entidades públicas como privadas. Este plan destaca varias líneas de acción y recomendaciones.
1. Generar una cultura preventiva y promover el conocimiento de los TME
Se trata de uno de los pilares fundamentales del plan e implica no solo la sensibilización y formación de los empleados sobre los riesgos asociados a los TME, sino también la promoción activa del conocimiento sobre cómo prevenirlos. Todo ello se puede lograr mediante campañas de sensibilización, formación continua y la inclusión de la ergonomía en la política de salud y seguridad de la empresa.
2. Mejorar la evaluación de riesgos ergonómicos
La evaluación de riesgos ergonómicos es crucial para identificar y mitigar factores que pueden contribuir al desarrollo de TME, de ahí la importancia de profesionalizar esta área dentro del departamento de prevención de riesgos laborales. Esto implica, por supuesto, la inversión en tecnología avanzada que facilite el proceso de evaluación y proporcione datos de alta calidad.
Herramientas como los softwares Ergo/IBV y ErgoIA representan un avance en este campo, ya que no sólo permiten obtener resultados precisos para el rediseño de puestos de trabajo y la implementación de medidas correctivas, sino que también reducen el tiempo que los técnicos PRL dedican a las tareas de evaluación –por ejemplo, Ergo/IA reduce un 80% el tiempo dedicado a la evaluación de tareas repetitivas o posturas forzadas–.
3. Acciones para la detección precoz de TME
La detección temprana de TME es crucial para minimizar sus efectos y prevenir su progresión. El uso de software especializado permite al equipo de prevención realizar evaluaciones con mayor frecuencia y eficiencia, lo que facilita la identificación precoz de riesgos.
La guía de evaluación rápida Ergocheck es una herramienta valiosa en este sentido. Este sistema permite detectar rápidamente las tareas que requieren una evaluación más detallada debido a la presencia de factores de riesgo significativos, agilizando así el proceso de intervención y prevención.
4. Desarrollar planes para el retorno al puesto de trabajo de personas con TME
La reincorporación al trabajo de empleados que han sufrido TME es otro aspecto crítico abordado en el plan. Es esencial desarrollar estrategias específicas para el retorno al puesto de trabajo, asegurando que estas personas puedan reintegrarse de manera segura y efectiva con el objetivo de favorecer su recuperación completa y ayudar a prevenir futuras lesiones. Algunos ejemplos serían:
- La evaluación individualizada del puesto de trabajo.
- La adaptación de equipos.
- El rediseño de tareas.
- La flexibilización del horario o la modalidad laboral.
En definitiva, la prevención de trastornos musculoesqueléticos de origen laboral es un desafío que requiere un enfoque integral y multidisciplinario. Por ello, van ganando peso los enfoques holísticos que integran la evaluación constante de riesgos, la implementación de intervenciones ergonómicas, la capacitación continua y la elaboración de planes específicos para la reincorporación laboral.
En todo este proceso, la incorporación de herramientas específicas y de tecnologías avanzadas –como el software de evaluación ergonómica Ergo/IBV– juegan un papel esencial.
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