Claves en la prevención y evaluación de posturas forzadas

Las posturas forzadas son una de las principales causas de trastornos musculoesqueléticos y representan la segunda razón más común de absentismo laboral en España, provocando más del 25% de las bajas laborales.

Las estadísticas son claras. Según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, más de la mitad de los trabajadores experimenta problemas cervicales, hasta un 30% sufre tensión en los hombros y un 26% padece dolor en muñecas y brazos.

En este contexto, aprovechamos este artículo para destacar la importancia de identificar, prevenir y evaluar correctamente los riesgos asociados a las posturas forzadas en el entorno laboral. Descubre cómo el software de ergonomía Ergo/IBV puede asistir al técnico prevencionista en esta crucial tarea.

 

Posturas forzadas en el ámbito laboral: ¿Qué son?

Cuando hablamos de posturas forzadas en el ámbito laboral, nos referimos a todas aquellas posiciones corporales que obligan a los trabajadores a abandonar una postura neutra, natural y cómoda.

Esto incluye tanto posiciones fijas o restringidas del cuerpo como aquellas que sobrecargan los músculos, tendones y articulaciones de manera desequilibrada.

También se refiere a posiciones estáticas que mantienen los músculos tensos sin movimiento. Algunos ejemplos son inclinar o torcer el cuello o el tronco, mantener los brazos elevados por encima del nivel de los hombros o realizar flexiones, extensiones o giros de la muñeca.

 

Riesgos ergonómicos asociados a las posturas forzadas en el ámbito laboral

Los factores de riesgo ergonómicos son aquellos elementos presentes en el entorno laboral o en las demandas del trabajo que aumentan la probabilidad de desarrollar una lesión o patología, incrementando así el nivel de riesgo para la salud del trabajador. 

 

Factores de riesgo de las posturas forzadas

En el caso de las posturas forzadas, existen varios factores de riesgo que deben considerarse:

  • Posiciones del cuerpo alejadas de la zona neutra: adoptar posturas poco naturales como la flexión excesiva, la inclinación hacia un lado o la torsión prolongada de zonas como el tronco, cuello, extremidades inferiores y/o superiores.
  • Frecuencia de movimientos: la alta recurrencia con la que se realizan ciertos movimientos o se repiten determinadas posturas aumenta el riesgo de lesiones.
  • Duración de la postura: mantener una postura incómoda durante períodos de tiempo prolongados puede generar estrés y tensión en el cuerpo, incrementando la probabilidad de desarrollar problemas musculoesqueléticos.

 

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Etapas en la aparición de lesiones asociadas a las posturas forzadas

En la aparición de trastornos y lesiones derivados de posturas forzadas, se diferencian tres etapas:

  1. En una primera etapa, se experimenta una sensación de dolor y cansancio durante las horas de trabajo que desaparece una vez finalizada la jornada laboral.
  2. En la segunda etapa, los síntomas no se limitan únicamente a las horas de trabajo, sino que persisten incluso durante la noche, lo que provoca interferencias en el sueño que afectan negativamente a la calidad del descanso. Además, se produce una disminución de la capacidad de trabajo, dado el impacto en la energía, el enfoque y la productividad de los trabajadores. 
  3. En la tercera y última etapa, los síntomas persisten incluso durante los períodos de descanso, volviéndose aún más debilitantes y problemáticos. La capacidad de llevar a cabo tareas básicas puede verse gravemente afectada, imponiendo un considerable impacto en la calidad de vida del trabajador.

 

Trastornos musculoesqueléticos derivados de posturas forzadas

Dependiendo de la zona corporal afectada, se distinguen varios tipos de lesiones musculoesqueléticas. A continuación repasamos las que más se repiten: 

En hombros y cuello destacan:

  • Tendinitis del manguito de los rotadores.
  • Síndrome de estrecho torácico o costoclavicular.
  • Síndrome cervical por tensión.

Por su parte, las patologías más frecuentes en manos y muñecas son:

  • Tendinitis.
  • Tenosinovitis.
  • Síndrome del túnel carpiano.
  • Dedo en gatillo.
  • Síndrome del canal de Guyon.

En brazos y codos, las lesiones típicas como consecuencia de no cuidar la postura en la jornada laboral son:

  • Epicondilitis y epitrocleitis.
  • Síndrome del pronador redondo.
  • Síndrome del túnel cubital.

 

Prevención de riesgos relacionados con las posturas forzadas

Adoptar una estrategia enfocada en la prevención resulta vital para mitigar los elevados costes socioeconómicos que se derivan de los trastornos musculoesqueléticos (TME). En términos generales, la normativa estipula la necesidad de adaptar el trabajo a la persona, elegir los equipos y los métodos de trabajo y de producción adecuados para fomentar una variedad de posturas saludables y mantener la vigilancia oportuna de la salud de los trabajadores.

Traducir estas especificaciones genéricas a medidas preventivas más específicas se resume a cuatro indicaciones básicas:

  • Rotar puestos de trabajo y tareas: se recomienda alternar las responsabilidades de los trabajadores para evitar la exposición a movimientos y posturas forzadas de manera reiterada.
  • Realizar pausas durante la jornada laboral: programar descansos regulares que permitan a los trabajadores aliviar tensiones y descansar adecuadamente es importante para reducir la fatiga muscular y prevenir lesiones relacionadas con las posturas forzadas.
  • Asegurar suficiente espacio libre: se debe garantizar que cada trabajador tenga un espacio adecuado de más de 2 metros cuadrados, lo que proporciona libertad de movimiento y evita la sensación de confinamiento.
  • Diseñar ergonómicamente el puesto de trabajo: implica utilizar mobiliario adecuado, como mesas y sillas ajustables, así como planos de trabajo que estén a la altura correcta y que los materiales y herramientas sean de fácil alcance.

 

Evaluación de riesgos derivados de posturas forzadas en el ámbito laboral

Existen diferentes métodos para evaluar el riesgo asociado a las posturas forzadas en el trabajo. Entre ellos destacan REBA (Rapid Entire Body Assessment) y OWAS (Ovako Working Analysis System).

 

Método REBA

El objetivo es identificar y evaluar las posturas más frecuentes y tediosas que se adoptan durante el desempeño de las tareas.

En concreto, para cada postura, analiza las posiciones corporales, los esfuerzos energéticos, el tipo de movimiento o acción, la existencia de repetición y los cambios bruscos o base inestable para determinar el nivel de riesgo de lesiones musculoesqueléticas de cada región del cuerpo. A partir de las variables de los factores de riesgo, se genera una puntuación que representa el nivel de riesgo de TME, con una indicación de la gravedad y la indicación de un nivel de actuación.

 

Método OWAS

Considera de forma global una muestra representativa de las posturas adoptadas en la ejecución de una tarea a intervalos que se repiten de manera habitual, en lugar de evaluar solo posturas individuales.

Este método resulta útil para evaluar jornadas de trabajo en las que existe una distribución desigual de la carga o una indeterminación de los tiempos exactos de exposición, ya que evalúa la acumulación de carga en diferentes partes del cuerpo, así como las combinaciones de posturas de riesgo más frecuentes.

 

Cómo mejorar la prevención de posturas forzadas en el trabajo con el software Ergo/IBV

Los softwares de evaluación de riesgos laborales resultan de gran ayuda para agilizar el proceso de análisis de puestos de trabajo y se convierten en herramientas muy efectivas en términos de prevención y rediseño de tareas.

 

Sigue aprendiendo: Claves para un diseño del puesto de trabajo ergonómico

 

El software de Ergo/IBV es una herramienta muy efectiva en términos de prevención y rediseño de tareas. Unifica los principales métodos existentes, guía en la selección del adecuado para cada situación y cuenta con herramientas de apoyo al diseño y modificación de los puestos de trabajo a partir de su base de datos de soluciones multisectoriales. 

 

Contacto Ergo/IBV

 

¿Cómo aplicar REBA y OWAS?

  • Aplicar el módulo “Posturas [REBA]” pasa por describir la tarea objeto de evaluación e identificar las posturas del trabajador que la lleva a cabo, incidiendo especialmente en los puntos en los que se concentra la carga corporal. El software asigna una puntuación a cada grupo de variables analizadas, analiza los resultados y determina el nivel de  riesgo ergonómico existente para cada postura.

 

 

  • El módulo “Posturas [OWAS]” consiste en codificar las posturas de un ciclo de trabajo a intervalos regulares mediante la visualización de un vídeo y seleccionando para cada una de las posturas inventariadas alguna de las opciones de posición propuestas para cada área del cuerpo (espalda, brazos y piernas) y para el nivel de fuerza ejercido.

 

Como has podido comprobar, aplicar REBA y OWAS  es sencillo si se cuenta con un software de evaluación de riesgos laborales efectivo como Ergo/IBV. ¿Quieres asesoramiento sobre esta solución? Contacta con Ergo/IBV y resolveremos todas tus dudas.